Mi mente de hombre nacido romántico y dispuesto a morir por un amor verdadero e incondicional, viajaba entre sus escritos y poesías a una mujer imaginaria, a la mujer de mi vida que algún día esperaba encontrar. Cuando me encontré con tu rostro y tu dulce mirada, mis viajes por mi mente y mis anhelos y sueños se hicieron realidad. Todo me condujo a ti, a tus manos, a tu cuerpo, a tu no estar y estar en mí todo el tiempo.
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